El Cambio Climático ha acelerado el desplazamiento de la tierra



El cambio climático está acelerando el desplazamiento del eje de giro de la Tierra, provocado especialmente por el derretimiento progresivo de la capa de hielo de Groenlandia. Una investigación relega a un segundo plano otros factores como el ajuste postglacial o la convección del manto terrestre, origen de la tectónica de placas.

El eje de giro de la Tierra se ha desplazado 10 centímetros por año a lo largo del siglo XX, lo que permite establecer su velocidad de desplazamiento en 10 metros cada cien años.

El factor más importante de este desplazamiento es el calentamiento global, que está alterando el peso del hielo polar en la rotación del planeta, según una investigación del Jet Propulsion Laboratory (JPL) de la NASA publicada en la revista Earth and Planetary Science Letters.

Hasta ahora se ha considerado que el ajuste postglacial era el responsable del desplazamiento del eje de rotación de la Tierra, pero los autores de esta investigación han constatado que el fenómeno es más complejo.

En realidad hay tres conjuntos de procesos que son determinantes en este desplazamiento, y uno de ellos es significativamente importante: la fusión de la criosfera global, de la parte de la superficie terrestre en la que el agua se encuentra en estado sólido.

El eje terrestre o eje de giro de la tierra es la línea imaginaria alrededor de la cual gira la Tierra en su movimiento de rotación. Este eje de rotación ha cambiado significativamente desde 1899 porque la distribución de las masas de la Tierra ha evolucionado.

Este eje de rotación se desplaza por la distribución de la masa terráquea, de las capas de hielo, de los océanos y del flujo del manto, la capa interna que representa alrededor del 84 % del volumen total del planeta.

Lo que ha descubierto esta investigación es que el calentamiento global ha comenzado a formar parte de esta dinámica y ocupado el protagonismo desde que provocó alteraciones en los polos.

A medida que las temperaturas han ido aumentando a lo largo del siglo pasado, la masa de hielo de Groenlandia, que es la segunda más grande del mundo después de la Antártida, disminuyó considerablemente: alrededor de 7.500 gigatoneladas se han convertido ya en agua del océano.

Tres factores

Los autores de esta investigación han podido determinar que el deshielo de Groenlandia es el principal causante del aumento del nivel del mar y del desplazamiento del eje de rotación de la Tierra. Le atribuyen a este factor el 66% de responsabilidad en este proceso.

También han establecido que el ajuste postglacial puede explicar sólo una tercera parte del desplazamiento del eje terrestre. El ajuste postglacial es la elevación que están viviendo las masas terrestres que habían sido presionadas por el enorme peso de los casquetes glaciares durante la última glaciación, y que ahora, a medida que el hielo polar se derrite, recuperan su posición anterior. Este fenómeno afecta al norte de Europa, Siberia, Canadá y la región de los Grandes Lagos.

El tercer factor presente en el desplazamiento del eje terrestre es la convección del manto. Se produce cuando la parte del manto terrestre que está caliente asciende desde la parte más profunda, al mismo tiempo que el manto que se va enfriando desciende: así se crea una corriente de convección que es la responsable de tectónica de placas. Este proceso también influye en los movimientos del eje de giro del planeta en la misma medida que el ajuste postglacial.

Este descubrimiento es importante porque, una vez identificados estos tres factores, permite a los científicos separar los procesos naturales que influyen en el desplazamiento del eje terrestre, de los procesos directamente relacionados con la acción humana.

Los científicos concluyen que, si la pérdida de hielo de Groenlandia continúa, el movimiento del eje terrestre también se acelerará.

Un estudio  anterior ha estimado que la capa de hielo de Groenlandia, si sigue el ritmo actual, se fundirá completamente en unos pocos cientos de años elevando en más de siete metros el nivel del mar. Ahora sabemos que puede también acelerar el desplazamiento del eje de giro del planeta, provocando otros efectos indeseados que afectarán al clima y la salud humana.